En DEFENSA SOCIAL pensamos que los representantes políticos, democráticamente elegidos, no pueden disponer de prebendas y beneficios que los alejen de la realidad cotidiana que padece el resto de la ciudadanía. Nos proponemos reducir esa distancia a través de una reducción drástica de tales privilegios.

Por otra parte, DEFENSA SOCIAL considera urgente establecer un rígido control de los gastos del Estado en todas las partidas, de las más simples a las de mayor complejidad. Nuestro objetivo final es cambiar el modelo de enjuague de la deuda del Estado, que en estos momentos se realiza a través de una insoportable presión fiscal, por un criterio de reducción y racionalización del gasto público.